Capricho

Despertó junto a él, con las bocas casi unidas y las manos enlazadas, inconscientemente comenzó acariciarlo. Al sentir sus dedos evoco al pasado, ese donde sólo los unía una cama en un encuentro carnal y bastaba con verlo cada ciertas semanas, las palabras de amor no venían al caso, era repelentes a los mimos. Para ella era perfecto, por momentos existir sólo para él, disfrutar de una avalancha de orgasmos, sentirlo tan dominante, tan suyo con sus manos rodeando su cuello fuertemente, eso era lo que le gustaba por dos o tres horas era únicamente de ella.

Nunca necesito más, no esperaba más, seguía experimentando el temor a un compromiso, al quedarse sola por no ser lo suficientemente buena, el pensar en no volver a tenerlo la hacía llorar aunque sabía que en algún momento debía pasar, pero sólo esperaba que se tardara, es que aún no estaba preparada para el avasallamiento que suponía perderlo, no tener su cuerpo, sus ojos fijos mirándola y el no creerse buena para él la lastimaba tanto, Felipe la volvía vulnerable. Sabía que una relación entre ellos terminaría mal y es por eso que solo se conformaba con tenerlo de vez en cuando.

4:32 AM

-El silencio nos acompaña, nuestro fiel compañero lleva junto a nosotros largos cuatro años haciéndonos sombra. Pienso en que quiero que te quedes y cuides de mí. Aunque es algo que no diré, me conformo con conservar estos recuerdos.

Mientras una lágrima recorre rauda mi mejilla para terminar en la almohada junto a muchas otras que por el color escuro de la tela pareciera que han desaparecido.

-Le ruego a mi memoria no olvidar, aunque te amo tanto que sé que nunca podría hacerlo, y si te perdiera volverías en mis sueños como una linda utopía.

Sábado 11 AM.

Todo es perfecto, Felipe le lleva desayuno a la cama. Están contentos, permanecen acostados y se mantiene así por todo el día hasta que Dominga decide salir con la promesa de volver en un par de horas, pasan las horas y no vuelve.

Domingo

Comienza a tomar una botella de vodka que ella había comprado para tomársela juntos, sentado en el suelo esperándola con la falsa esperanza que en un momento escuchara su voz llamando para que le abra la puerta.

Pasan tres días y ella aún no da ninguna señal, Felipe intenta conciliar el sueño por las noches pero no lo logra, se para y camina por la pieza buscando alguna señal del porque ella no ha vuelto, comienza a buscar algo pero no sabe que, en la chaqueta negra de cuero que está colgada en su closet revisa los bolsillos y encuentra unos aros pequeños con una figura de sol y luna, los mete al bolsillo y continua su búsqueda en los libros que ella ha dejado en el escritorio.

-Siempre dejas tu ausencia completamente desfragmentada por la casa para que todo me recuerde a ti.

Baja las escaleras corriendo y decidido a comprar cigarros, un vicio que llevaba años intentando dejar pero con la intermitencia de ella era imposible, siempre lo volvía loco de los nervios. Con el pasar de las horas y la continua ausencia lo obligaba a fumar un cigarro tras otro, caían consumidos a la alfombra dejando la marca de que Dominga otra vez lo dañaba.

Día 6 y Dominga aún no vuelve, él sigue bebiendo por las noches y fumando por el día, la alfombra tiene la misma cantidad de agujeros que su corazón.

Su pequeño gato juega con el desastre que hay en la habitación, salta sobre los libros, muerde las hojas haciendo sonar el papel y luego va por el gran premio las colillas de cigarro, corre con ellas en la boca y las amontona sobre la mesa de centro como su gran tesoro.

Día 8. Sigue sin volver, la llama pero ha cambiado su número de teléfono, ya no siente decepción, ya está acostumbrado a esto y comienza a cuestionarse en que quizás el hizo algo mal. Quizás la presiono mucho, quizás ella no quería desayunar con el ese día, quizás ella estaba incomoda, quizás no quería tantos mimos y la ahogo lo cual la hizo huir como otras tantas veces, se siente tan estúpido porque aún no aprende pero se da cuenta que ya no le duele tanto como antes, es que ya el tiempo le ha ido enseñando amarla así, por pedazos, a ratos, a parpadeos y a sueños, pero nunca entera.

Día 13 y se siente mejor ya han pasado suficientes días para aceptar otra vez que ella no está, ríe mientras ve los Simpson mientras acaricia a su pequeño gato que ronronea sobre su pecho.

Decide sacarse una selfie para subirla a Instagram pero una imagen altera su calma, es ella, es ella que decidió corromper su bien estar y subir una imagen en la que el pie de foto dice "Eres mi eterno amor. D i s t a n t e m e n t e juntos."

Explota y lanza su telefoto lejos, busca alguna botella con alcohol pero fracasa, todas vacías, ya nada quedaba. Así que camina a una botillería y compra vodka, hielo y dos cajetillas de cigarros corrientes, entra a la pieza y los libros siguen en el suelo descarga su tristeza y enojo pateándolos otra vez, sale de la pieza y se sienta en el suelo junto a la mesa de centro comienza a tomar, pasan los minutos y suena su celular.

Si es ella, él lo supo al instante pero está demasiado borracho y enojado para bajar la escalera y recibirla así que decide esperar.

Huele a cigarro y esta silenciosa la casa, Dominga sube las escaleras, ahí está el dándole la espalda sentado en el suelo, hay mucho humo así que decide abrir una ventana, hasta que tiene el valor de acercarse.

-¿Estás bien?

Se resiste a mirarlo porque sabe que si lo hace estallara en llanto, solo se queda parada frente a él.

-Vienes a tirar, ¿Te gusta esto cierto? mírame, mírame, mírame que te estoy hablando, te gusta lo que me estás haciendo.

Las lágrimas recorren las mejillas de Dominga, no puede hablar está demasiado alterada mientras Felipe solo se aleja.

-¿Cómo puedes vivir contigo misma? Bueno te amas demasiado, pero se supone que a mí también, eres tan complicada, tan destructiva.

-Cariño

-No me digas cariño, esa palabra esta tan usada.

-Creo que es mejor que me vaya. Felipe... Te amo, yo realmente te amo tanto.

Ambos sufren y buscan paz a su manera que es bastante similar pero no lo saben, ambos están en el sofá fumando, ella escucha "something stupid", una canción que Felipe hace tiempo atrás insistió en que escuchara pero ella no le puso atención. El escucha "she will be loved" una canción que Dominga le dedico.

Martes.

Sale a caminar por Av. Mapocho mirando los árboles que están en el parque evocando recuerdos como el del día cuando ella lo invito a trotar cuando apenas llevaban días conociéndose, se queda parado frente al pasto recordando la conversación.

-¿Cuantas vueltas daremos por el parque?

-¿Te puedo confesar algo? Odio trotar, la verdad es que te lo dije solo porque quería verte

-Bastaba con decir eso

Un grito de un niño pequeño que se lanza por el resbalin lo hacen volver a la realidad. Camina, camina rápido porque otra vez está muy enojado es que esos recuerdos lo confunden.

Día 5. Lo extraña pero no tiene el valor de volver por miedo a hacerle más daño a él o porque es demasiado cobarde, aunque sabe que no puede vivir sin él.

Día 10 sigue durmiendo con su polerón es que se le hace más fácil conciliar el sueño sintiendo su perfume. Se duerme abrazando sus brazos mientras huele el poco y nada de perfume que le queda.

Son las 4:00 PM están en la cocina de la casa de él y es navidad, ella ríe preparando chocolate caliente, se come el cacao en polvo a cucharadas mientras lo mira fijamente

-¿Hambre? eres súper poco productiva si te comes todo así de rápido

Él se abalanza sobre ella, tomándola por el cuello y besándola.

La alarma la despierta

Día 13 y ya faltan un par de horas para cumplir dos semanas de la discusión, no aguanta más y sale de su casa decidida a ir y besarlo es que esta espera la está volviendo loca pero al llegar al parque sus pies ya no son capaz de seguir caminando y se queda sentada en una banca por largos minutos, hasta encuentra el valor para continuar su camino hasta llegar a casa.

Al llegar sin hablar lo besa. Se acuesta sobre la cama y deciden dormir sin hablar, solo ella esboza un Te amo, mientras las lágrimas caen.

Al despertar sigue junto a él con las bocas casi unidas y las manos enlazadas, inconscientemente comenzó acariciarlo con tanta calma, sabiendo que todo por hoy iba a estar bien.